Esta isla es llamada así debido a la pequeña isla que se ve enfrente de ella. Cuando uno piensa en Kusadasi, piensa en el mar.
La ciudad esta localizada a una distancia a pie de puerto. Se ha transformado a través de los años en un paraíso de negocios con grandes compras. Alrededor del puerto de Kusadasi se encuentran infinidad de tiendas y comercios de venta de artesanía, alfombras, cuero y zapatería, textil, etc., y donde el turista deberá hacer buena compra a base de "regatear" en el precio con los vendedores.
Desde la floreciente ciudad de Kusadasi, viajando por la costa y adentrándose en el campo hasta llegar a Efeso, famosa en el mundo antiguo por su Templo de Diana, una de las Siete Maravillas de la Antigüedad, que fue más tarde morada de San Juan. Al llegar a Efeso se entra en el lugar arqueológico a través de la Puerta de Maganesia, y se descubren innumerables monumentos, entre los que destacan el Foro, el Odeón, la Biblioteca de Celso, las Termas de Escolástica y el Gran Teatro, construido en la época griega y más tarde reconstruido en el Periodo Romano.
Hoy visitamos La Casa de la Virgen María y Efeso. y si sobra tiempo hacer algunas compras en Kusadasi.
El viaje lo hacemos en Taxi, nos piden 20 € por persona y al final lo conseguimos por 15 € por persona, en dos taxis de 7 plazas cada uno (de las que ocupamos 6). Les indicamos que no queremos hacer ninguna parada intermedia. Esto es importante porque si no dices nada suelen parar en tiendas de alfombras y otros souvenirs que harán que perdamos un tiempo considerable. La parada de los taxis se encuentra a unos 500 metros del barco.
Los taxis nos dejan en el aparcamiento, y ahí nos esperan a que salgamos.
Los restos de la estructura se han descubierto de fecha de 6 - 7 de siglos, la prueba del carbono data el sitio hacia el siglo I. La actual capilla en el sitio es el resultado de un trabajo de restauración completado en 1950 construido en la parte superior del original, sigue siendo, para hacer el sitio adecuado para el peregrinaje después de que se ha declarado un lugar de peregrinación católica oficial. La parte restaurada de la capilla se distingue de la original de los restos de la estructura por una línea que entre en funcionamiento, pintado en rojo.
1. La presencia de la Tumba de San Juan y San Juan de la Basílica en Éfeso: Jesucristo, antes de morir en la cruz, confió a su madre de San Juan (19:26-27). Se cree que después de la crucifixión de Jesús, San Juan dejó Jerusalén y llegó a Éfeso, a fin de convertir al cristianismo a su pueblo ya que era uno de los mayores y más seguras las ciudades no cristiana de su tiempo (la capital de Asia Menor provincia del Imperio Romano). Luego construyeron una pequeña cabaña para el cuidado de María justo en las afueras de Éfeso, a fin de protegerla de la gran Artemisa culto comunidad de esa región.
2. La presencia de la Iglesia de María, la primera basílica en el mundo dedicado a la Virgen María, en Éfeso: En los primeros siglos del cristianismo, los lugares de culto se dedicaron únicamente a las personas que vivieron o murieron en la localidad.
Hay 3 fuentes, salud, amor y descendencia, pero la tradición dice que sólo se puede beber de una (¿cuál escoger?).
Los primeros restos que se en al entrar por el lado de la taquilla son los baños de Vario (2) (Termas de Vario), que tienen todas las secciones de los baños romanos; fueron construidos en una llanura abierta tallando las rocas del monte Pión en esta parte de la ciudad. Sus paredes laterales son enteramente de bloques de mármol y sus bóvedas son de ladrillo.
El edificio que tiene el aspecto de un teatro al lado de la basílica orientado hacia al monte es el Buleuterio (la cámara del Consejo) de Éfeso. Se llama también el Pequeño Teatro o el Odeón (5). Éfeso estaba gobernado con un sistema de dobles concejos, el primero de los cuales era el Bule, o sea el concejo consultivo, que solía reunirse en este edificio; el otro era una asamblea popular. Todos los habitantes de Éfeso eran miembros de esta asamblea, que solía reunirse en el Gran Teatro. Estaba recubierto de un techo de madera y tenía una orquesta semicircular, un edificio de escena con tres puertas y unas gradas hechas de mármol. Los peldaños de las escalares verticales entre las gradas fueron tallados en forma de garras de león. Tenía una capacidad aproximada para 1.400 personas. Los espectadores entrarían por las puertas laterales y subirían por las escaleras abovedadas hasta el Diazoma para llegar a sus asientos.
El Pritáneo que era el centro religioso y administrativo de la ciudad, asimismo tenía una función parecida a la de los ayuntamientos de nuestros días. El jefe del Pritáneo era el Prítane, que se elegía entre los habitantes más ricos y respetados de la ciudad. Su responsabilidad más importante y prestigiosa era mantener vivo el fuego del hogar sagrado de la diosa Hestia en el Pritáneo. Este fuego continuó ardiendo durante siglos como la representación de todos los hogares en Éfeso. Se pueden ver los restos de este hogar en el centro de la primera sala del Pritáneo. El Prítane protegía todos los cultos de la ciudad, organizaba las ceremonias y resolvía todos los problemas relacionados con la vida cotidiana de los ciudadanos. El Prítane pagaba la mayor parte de los gastos de sus propias rentas. En el Pritáneo se celebran no solamente todos los cultos existentes en la ciudad, sino también los de la clase de sacerdotes llamados los “curetos”, que ocupaban una posición importante en la vida religiosa de Éfeso. El deber principal de estos sacerdotes era salir solemnemente del Pritáneo en una cierta época del año y siguiendo la Vía de los Curetos ir hasta la Ortigia (el lugar del nacimiento mitológico de Artemisa) situada a 8 kilómetros hacia el oeste de Éfeso para celebrar teatralmente el nacimiento de la diosa Artemisa. El número de sacerdotes cambiaba frecuentemente y sus nombres eran inscritos sobre los bloques de mármol en la entrada del Pritáneo. Juzgándolo por su aspecto exterior el Pritáneo parece un templo con ocho columnas en su fachada, coronadas con un frontón triangular. Al para el patio se llega a una gran sala, rodeada de otras más pequeñas. Las dobles columnas que se elevan en los rincones demuestran que se trataba de una sala de ceremonias.
Posteriormente se abre la Plaza de Domiciano y los edificios que la rodean. Los bloques arquitectónicos que se ven en medio de la plaza han sido descubiertos durante las excavaciones realizadas en las cercanías. El monumento redondo adornado con guirnaldas, que se eleva en el centro, ha sido reconstruido aquí con piezas descubiertas en distintas partes de la ciudad. El alto relieve de Niké, diosa de la Victoria, que se ve detrás de este monumento, representada volando con una guirnalda en la mano, formaba parte de la Puerta de Heracles en la Vía de los Curetos. Por el lado meridional de la plaza orientado hacia el monte se eleva un parapeto de dos pisos formado de columnas adornadas de altos relieves, algunas partes de la cuales han sido reconstruidas.
El Templo de Domiciano (8) se encuentra sobre una terraza alta hasta la que se sube por una bella escalera. El terreno donde sería construido el templo estaba inclinado hacia un lado, por lo tanto fue necesario hacer una terraza, junto a la cual fue contraída una cripta en forma de una “U” con algunas tiendas a ambos lados. El templo se ha conservado sólo al nivel de sus cimientos sin embargo los vestigios nos permiten saber la forma de su plano. Era un edificio con 8 columnas en cada lado corto y 13 en cada lado largo. El altar adornado con altos relieves de armas, actualmente exhibidos en la Sala de los Cultos Imperiales y Templos del Museo de Éfeso, se encontraba delante de la fachada oriental de este templo, mientras que la estatua de 7 metros de alto del emperador Domiciano estaba en la cella. Poseer un templo imperial era un privilegio importante para una ciudad.
El edificio reconstruido en parte por el lado septentrional de la plaza de Domiciano es el Monumento de Memmio (9), el nieto del dictador Sila. Es un monumento de cuatro fachadas que se eleva sobre una ase construida de bloques tallados de cal. En las fachadas tiene nichos semicirculares unidos por arcos, sobre los cuales hay bloques con altos relieves de Memmio, de su padre Caio y de su abuelo Sila. Este monumento data del año 88 d. de J.C.
El edificio que se ve al lado del monumento de Memmio es una fuente de principios del siglo IV. El agua se suministraba por un conducto ancho que venía por el lado del monumento y desembocaba en un estanque de tres partes la fuente tenía cuatro columnas con capitales de estilo corintio, delante de las cuales se elevaban cuatro estatus de Diocleciano, Maximiliano, Constantino y Galeriano, quienes reinaron conjuntamente ente los años 293 y 305.
En el principio de la Vía de los Curetos elevaba la Puerta de Heracles (10), cuyas jambas adornadas con figuras de Heracles han subsistido hasta nuestros días. Esta puerta fue transportada desde alguna otra parte de la ciudad a su lugar actual después de los terremotos del siglo IV.
Parte de la Vía de los Curetos (11) que se extiende más allá de la Puerta de Heracles no ha sido restaurada todavía.
Las Termas de Escolastiquia (15) es el primer edificio parcialmente restaurado por el lado meridional de la Vía de los Curetos. Las termas tenían mucha importancia en la vida social de la ciudad. Había varios baños públicos dispersos en distintas partes de la ciudad adonde acudirían los ciudadanos de distintas clases sociales. Las personas acaudaladas solían ir a la termas generalmente por las tardes y acompañadas de sus esclavos; después de tomar un baño se harían un masaje con ungüentos y descansaría en la parte tibia llamada el “tepidarium” conversando con los amigos y discutiendo sobre los asuntos importantes del día. Algunas personas ricas tenían incluso sus propias piscinas en la parte caliente llamada el “caldarium”. Los que sufriesen alguna enfermedad entrarían por una puerta distinta para pasar directamente la parte caliente. Después de tomar el baño y limpiarse, pasarían a la parte fría llamada el “frigidarium” para zambullirse en la piscina de agua fría y descansarían en la parte llamada el “apoditerium” charlando con los amigos.
El Templo de Adriano (14) es uno de los edificios reconstruidos en la Vía de los Curetos. La inscripción que se ve sobre el arquitrabe india que fue consagrado al emperador Adriano. En Éfeso había dos templos de Adriano. La inscripción también indica que fue mandado construir por P. Quintilio. Es un templo pequeño con cuatro columnas de estilo corintio en su fachada; las dos de en medio son cilíndricas y las de ambos lados son cuadradas. Las columnas llevan adornos de motivos clásicos como filas de perlas o formas ovoides. El templo tiene un frontón semicircular del llamado tipo siriaco. La piedra en medio del arco del frontón fue tallada en forma de la cabeza de Tiké, la diosa de la ciudad. la puerta de la cella también tiene un frontón semicircular, en medio del cual se ve el relieve del busto de una joven desnuda entre hojas de acanto. No se sabe de quién es este relieve.
En frente del templo se encuentran tres tumbas. La primera de ellas, que posiblemente pertenecía a una joven princesa, se llama el Octágono debido a su plano octogonal. La tumba de al la do fue totalmente destruida y en su lugar fueron colocadas las inscripciones de mármol que contienen la carta del emperador Tiberio relacionada con la reconstrucción de las murallas de la ciudad. La tercera también fue destruida durante la época bizantina y fue sustituida por una fuente. El sarcófago de gran tamaño que se ve delante de esta fuente probablemente pertenecía a un personaje importante en la historia de la ciudad, incluso es posible que fuese el sarcófago simbólico de Androcles, el fundador de Éfeso, por encontrarse justamente en el centro de la ciudad.
La plaza y sus alrededores: la Vía de los Curetos termina en una pequeña plaza; a la derecha está la Casa del Amor, a la izquierda se ve la Puerta de Adriano (18) que tiene tres vanos y dos pisos sostenidos con columnas.
La Casa del Amor consta de dos pisos con numerosos cuartos y un peristilo. La estatuilla de barro cocido que representaba al Dios Bes, conocido como Príapos con su falo enorme, actualmente exhibida en el Museo de Éfeso, fue descubierta durante la excavación de esta casa.
Los mosaicos en el suelo de un cuarto por el lado occidental representan las cuatro estaciones. Es el comedor de la casa, a su lado está el cuarto de baño. En el extremo occidental de la casa hay un estanque elíptico cuyos mosaicos representan a tres damas comiendo y bebiendo, una sirviente, una rata comiendo las migajas y un gato. La Casa del Amor fue construida en el período comprendido entre loa años 98 y 117 d. de J. C. durante el reinado del emperador Trajano.
Al atravesar la pequeña plaza, la Vía de los Curetos cambia de nombre y se llama la Vía del Mármol (21). Había pórticos a ambos lados de esta vía que se extiende hasta el teatro; durante el reinado del emperador Nerón, el pórtico a mano izquierda fue elevado y convertido en una estoa con columnas que dominaba la vía y el ágora comercial. El pórtico a mano derecha quedo por debajo de los edificios de una época más reciente. La Vía del Mármol tiene grandes losas de mármol colocadas en forma de espiga; la alcantarilla principal de la ciudad pasa por esta vía. Hacia el final de la vía del Mármol, a mano izquierda en el suelo se ve un diseño, considerado como el signo de la Casa del Amor, que representa la huella del pie izquierdo, una mujer y un corazón para indicar que más adelante a la izquierda hay mujeres con el corazón vacío.
Cuando murió Celso, su hijo Tiberio Julio Aquila inició la construcción del mausoleo y al morir sin terminarla sus herederos la llevaron a cabo. Aquila había dejado mil denarios para la compra de rollos de libros, porque el mausoleo fue planeado para tener así mismo las funciones de una biblioteca, pensando que la construcción del mausoleo del gobernador justamente en medio de la ciudad provocaría murmuraciones.
La cámara funeraria, que se encuentra debajo del muro occidental, contiene el sarcófago de Celso, hecho de mármol blanco de alta calidad. Había una estatua de Celso en un nicho que ocupa el muro de la gran sala de la biblioteca por encima de la cámara funerario. Es posible que la figura masculina de tamaño natural descubierta durante la excavación de la biblioteca y llevada al Museo Arqueológico de Estambul, fuese la misma estatua de Celso.
Dos pisos de dobles columnas de estilo corintio se elevan sobre un podio adonde se sube por unos escalones. Las tres puertas detrás de las columnas daban acceso al interior de la biblioteca. Siguiendo una antigua tradición, la puerta de en medio fue construida más alta que las demás. Otros elementos que dan un aspecto monumental al edificio son los nichos entre las puertas que actualmente contienen las réplicas de algunas estatuas cuyos originales fueron llevados al Museo de Éfeso en Viena. Según las inscripciones sobre los pedestales, las estatuas simbolizaban la Virtud (Sofía), la Ciencia (Episteme), la Fortuna (Eunoia) y la Sabiduría del gobernador Celso. Las columnas del segundo piso son mas cortas y sostienen cuatro frontones semicirculares y triangulares alternados. Debajo de cada frontón se encuentra una ventana cuadrada.
Las partes de madera del interior de la biblioteca se quemaron durante un ataque de los godos en el año 262 d. de J. C. sin embargo la fachada no sufrió grandes daños en este incendio y el edificio fue restaurado en el siglo IV. Es posible que la fachada fuese destruida durante un terremoto del siglo X. tras la restauración del siglo IV, algunos pedazos del gran altar de la derecha, conocido como los relieves del monumento de los partos, fueron trasladados delante de la biblioteca y durante las excavaciones realizadas a principios del siglo XX fueron descubiertos en el mismo sitio. La mayor parte de dicho friso fue llevada al Museo de Éfeso en Viena. Los gastos de las obras fueron pagados pro Kallinger Pratzkavets y la biblioteca fue restaurada y restituida a su aspecto original por el arquitecto y restaurador Dr. F. Hueber durante el período comprendido entre los años 1972 y 1978.
La construcción que se ve contigua a la Biblioteca de Celso es la Puerta de Maceo y Mitriades (19) o Puerta Meridional del Ágora Comercial. Tiene tres vanos que dan acceso directamente al Ágora Comercial. La parte exterior de sus arcos fue cubierta de mármol negro. El vano de en medio fue construido más hacia el interior con el fin de darle mayor profundidad y volumen. Además este vano tiene aberturas hacia ambos lados, en las cuales hay nichos semicirculares.
Se puede subir a la terraza del templo de Serapis por una escalera que se encuentra en el extremo occidental de pórtico meridional del ágora.
Es un templo en forma de próstilo y se ve que algunas piezas de su material arquitectónico son enormes bloques de mármol que pesan toneladas. El templo tiene una entrada bastante grande. Los surcos sobre el suelo de mármol indican que tenía una puerta de dos hojas que se abrían sobre ruedas. Se sabe que Éfeso tuvo estrechas relaciones sociales y comerciales con Egipto a lo largo de su historia. El templo de Serapis fue construido en el siglo II d. e J.C.
El Gran Teatro (23) de Éfeso es el más grande entre los antiguos teatros existentes; tiene una capacidad para 24 mil espectadores. La fachada del teatro miraba hacia la Vía del Puerto. El primer edificio imponente que se vería al entrar en la ciudad por el puerto sería este teatro. Una de las razones de sus dimensiones tan grandes y ostentosas era sin duda el propósito de impresionar a los que llegasen por el puerto.
El edificio de la escena, que medía 18 metros de alto, tenía asimismo una fachada hacia el exterior. De este edificio sólo ha subsistido la planta bajo, que tiene dos puertas, una para la orquesta y la otra para el parados. En la misma planta se extiende un pasillo largo y angosta a lo largo de cual se alinean unos cuartos. El podio de la escena que era utilizado por los actores subía hasta el nivel del primer piso.
El espacio semicircular que se ve delante de la escena era la orquesta del teatro. Durante las representaciones el coro entraría en la orquesta desde los parados laterales y los corifeos recitarían al unísono cuando les llegara el turno. Había un altar en medio de la orquesta; la tradición exigía hacer una oración a Dionisio antes de la representación. La orquesta se encuentra a un nivel 2.5 metros por debajo de la última grada de la cávea, que tiene una forma más grande de un semicírculo.
Dos “diazomas” dividen el graderío en tres partes; había un pórtico detrás de la última grada. Los dignatarios de la ciudad se sentarían en los asientos de mármol con respaldos; había también un palco especial para el emperador.
Los espectadores entrarían no solamente por las puertas sobre los paradoses, sino también por las escaleras a los lados. Se podía entrar asimismo por un camino que llegaba verticalmente desde la Vía de los Curetos hasta la última grada del teatro.
El Teatro de Éfeso fue construido en época helenística y fue ensanchado durante el siglo I d. de J. C. para dale su aspecto actual. Sin embargo el deseo de hacerlo muy grande y suntuoso obligó al arquitecto a añadir algunas partes innecesarias a la fachada y en consecuencia hubo algunos desprendimientos en el edifico de la escena.
El camino que pasa por delante del teatro y se extiende hacia el Estadio es la prolongación de la Vía del Mármol. Este camino no fue restaurado después del último terremoto del siglo IV, por lo tanto se pueden ver las huellas hechas por las ruedas de carros sobre las losas de mármol.
En la esquina donde se cruzan la Vía del Puerto y la Vía del Mármol se ve el edificio llamado Gimnasio del Teatro (24), orientado hacia ambas calles. Su excavación no ha sido terminada todavía. El espacio que se ve por el lado de la Vía del Puerto era la palestra del gimnasio, en cuyo lado septentrional fueron construidas gradas de mármol para los espectadores de los concursos deportivos.
La Vía del Puerto (25) de 500 metros de largo es el camino que se extiende desde el teatro hasta el puerto. Tiene dos puertas monumentales con tres vanos en cada una como si fuera un arco de triunfo; la primera puerta está en el extremo del puerto y la otra en la plaza delante del teatro. Según una inscripción descubierta durante las excavaciones, esta vía se iluminaba de noche con 50 linternas. En la antigüedad Éfeso era una de las pocas ciudades iluminadas de noche, como también lo eran Roma y Antioquia.
Esta calle estaba enteramente cubierta de bloques de mármol. Los pórticos a ambos lados eran para los peatones. En medio de la segunda mitad hacia el puerto se encontraban las estatuas de los cuatro evangelistas que se alzaban sobre cuatro columnas altas y gruesas, de las cuales sólo una ha sido descubierta y restaurada; sólo los vestigios de las demás han subsistido hasta nuestros días. La Vía del Puerto fue restaurada durante la época del emperador Arcadio (395-408) para darle su aspecto actual.
Termas del Puerto (26). La mayor parte de los materiales de las termas fueron utilizados de nuevo para la construcción de otros edificios en las épocas posteriores. Fueron restauradas durante el reino del emperador Constantino II (337-361), por lo cual también se llaman Termas de Constantino.
La Basílica de San Juan: La iglesia de Éfeso fue fundada por San Pablo y proseguida por San Juan. Según el Evangelio de San Juan, antes de morir crucificado, Jesucristo confió a San Juan que cuidara de su madre.
Estando en peligro en Jerusalén, Juan y la Virgen María vinieron a Éfeso, que era una de las ciudades más modernas y tolerantes de la época. El camino alto en forma de un muro llevaba al ambón, del cual nos quedan nada más que unos cuantos vestigios. En el año 1967, el papa Pablo VI rezó en esta iglesia.
La visita a Efeso dura 1 h 45 minutos y recorremos como 1,5 Km.
A la vuelta de las visitas, nos quedamos en Kusadassi haciendo unas compras y por supuesto comiendo un Kebak.
A las 16:00 horas zarpamos camino de Estambul
Unas fotos de este día:
1 comentario:
Mirá, no había escuchado mucha hablar de las Termas de Escolástica, pero si las usaron los griegos, deben haber sido lujosas. Lo que pasaba en esa época, era que no tenían que excavar tanto para encontrar el agua termal, simplemente con hacer un pozo (como cuando hacemos hoy en día en la playa y encontramos agua bajo la arena) ya salía el agua termal por todo lados. Lo unico que tuvieron que hacer es poner algunas piedras al rededor para mantener el agua y ya está. Igual parece que solo tenían acceso los más importantes jerárquicamente. Hace poco fui las termas de Victoria y me sentí una diosa griega!
Publicar un comentario